Abandonó Nuestra Madre el templo del Rosario la pasada tarde del 19 de Diciembre, como era de esperar la belleza Mariana se hizo presente otra vez, ahora camino de regreso por las antiguas calles de Zafra. Con el estandarte de la corporación como cruz parroquial, arropado por dos faroles de guía, arrancaba esta corta pero intensa procesión, de nuevo teñida de color verde Esperanza,  esta vez el tiempo si dio tregua y tanto la comitiva como los asistentes al evento disfrutaron de una gélida tarde que nos recordaba la inmediata llegada de la estación invernal. Esta vez no era una, sino dos las bandas que acompañaban a María, la banda de cornetas y tambores del Stmo. Cristo de la clemencia de medina del rio seco (Valladolid) y la querida banda del Nazareno de Zafra.

esperanza

Marcha tras marcha Ntra. Esperanza llegó a la residencia de ancianas de Santa Ángela de la Cruz, y sus hermanitas, como angelillos, ya casi acostumbrados al pasear de nuestras Imágenes por su querida puerta, entonaron un cántico a Maria, que en el silencio de la tarde parecía hasta que la Esperanza cantaba con ellas, y tras el revirar de las andas, casi de nuevo en Tetuán, los tambores y cornetas seguían su llanto melodioso con sus compaginados y armonizados compases de Pasión. Tras sobrepasar la pequeña puerta de la colegiata, llega María hasta la cancela de su capilla, y se despide de su pueblo, ya hasta el próximo Jueves Santo, suena la marcha real, y la voz de un hombre de Dios, en este caso la voz de nuestro querido sacerdote Pedro, pone punto final a estos dos días cortos pero intensos, dedicados a la Madre de Dios, en su advocación de María Santísima de la Esperanza.

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