Por José César Molina Brito
Antes de nada quiero dejar bien claro – por si aún a algunos le queda alguna duda – que España es un país claramente cristiano, y no solamente esa circunstancia queda claramente reflejada cuando llega la Semana Santa , sino también durante el resto del año en festividades que cada ciudad o cada pueblo ( no importa su población ) vive para celebrar la festividad bien de su patrón o bien de su patrona, sin dejar atrás, el bellísimo ambiente cristiano que se respira , se vive y nos contagia de amor y de paz cuando a finales de cada año, celebramos el nacimiento del Niño Dios.
Dicho lo cual, trataremos de responder a la interrogante que pretendo utilizar para titular este articulo. ¿Qué es la Semana Santa?,aunque pueda parecer lo contrario, es complicada su respuesta. La Semana Santa, para algunos, puede significar solamente siete días de asueto, Siete días de vacaciones. Para otros puede significar el reencuentro anual con las imágenes titulares de su hermandad. Porque el cristiano también tiene, y salvando las distancias comparativas, como cada cuál tiene a su equipo de fútbol preferido- nuestra cofradía o hermandad particular. Aquélla de la que hemos sido desde pequeño. Aquella, cuyo mensaje cristiano y social, nos han inculcando nuestros abuelos o nuestros padres como herencia familiar. Aquélla, que no importa que imagen de Jesús o de Maria pueda representar en el momento mas doloroso y cruel recibido por el Hombre mas poderoso de la Humanidad.
¿Que es la Semana Santa ? vuelvo a preguntar, pues bien, puede ser la fiesta en la que como escribía Juan Arias en su libro “ Jesús : Ese gran desconocido “ , para decir que “comenzamos a darnos cuenta que Jesús es el personaje histórico mas importante. Es el personaje, que mayor repercusión ha tenido a lo largo de la historia de la humanidad. Es el personaje, que ha condicionado profundamente la vida, el arte y las costumbres de mas de mil millones de personas que creen en su palabra y en su presencia “.
Porque sin duda alguna y como deducción clara de esas líneas escritas por Juan Arias, si quitásemos a Jesús de nuestras vidas, estoy completamente seguro que nuestras almas quedarían vacías y un alto porcentaje de nuestra conducta humana no tendría sentido. Por ello, la Semana Santa , da igual que sea la floreada y primaveral de Sevilla ( para el autor de estas líneas la mejor Semana Santa del Mundo ).La Semana Santa Extremeña, con muchos parecidos a la andaluza en el sur de nuestra comunidad y mas cercana a la castellana en la zona de Cáceres. No importa, si esa Semana Santa esta envuelta en tradiciones de cada comunidad autónoma. Lo realmente importante es que esta festividad cristiana, inunda el corazón del verdadero cristiano para aportar su granito de arena , músico, costalero, penitente ,aguaó o pregonero, para convertirse este último en mensajero de amor y de paz con su pregón. Da igual , como bien decía Carlos Herrera , “que el pregón este mejor o peor estructurado .Que tenga mas o menos sentimientos y emociones , porque todos, tiene el principal denominador común de pregonar la alegría de una festividad sin igual.”.
¿ Que es la Semana Santa ?, vuelvo nuevamente a preguntar y me detengo ahora en un hermoso fragmento bíblico con el que Paulo Cohello , iniciaba una de sus más hermosas novelas. Fragmento bíblico que dice así , “ Y he aquí, que llegó una mujer pecadora que había en la ciudad. La cual sabiendo que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, cogió un frasco de alabastro de ungüento, se coloco detrás de él, junto a sus pies, llorando , y comenzó a lavárselos con lágrimas en los ojos, le enjugaba los pies con los cabellos de su cabeza , para posteriormente besarlos y ungirlos con el ungüento”. Fue entonces, cuando Jesús nos lanzó otra lección para perdonar y para amar. Otra lección para sentirnos amado por el prójimo. También en esta festividad llamada Semana Santa , nos es útil para la reflexión profunda en un dialogo mantenido con Jesús o con su madre Maria, y sentirnos fuertemente unidos por la fe y por el cristianismo, convertido este en un ejercito invencible que ningún dictador de manera directa o indirecta ha sido capaz de derrotar durante mas de dos mil años. Y es que, y vuelvo al libro de Juan Arias , “Jesús, fue un personaje ante el que la historia no ha sabido nunca ser influyente. Jesús, fue un personaje que se rodeó de prostitutas y marginados , pero que a la vez protegió la inocencia y bondad de los niños y que no lo olvidemos, también fue injustamente asesinado “.
¿ Que es la Semana Santa ? , vuelvo a preguntar por última vez en las líneas que configuran este artículo y por un instante me detengo en la memoria histórica de mi particular participación , para rememorar mi aportación como penitente allá en la hermosa localidad de Cortegana. Por un instante me detengo, para revivir mi aportación como costalero, también, en la citada población o cuando cumplimenté uno de mis mas poderosos deseos, pregonar a la Semana Santa de mi pueblo natal. Pero como siempre he pretendido dejar constancia, afortunadamente el poder cristiano que nos envuelve a lo largo y ancho de esta festividad, también viene a establecer que no existen fronteras en este amor a Jesús y a María , por ello , establecemos una comparación universal, cuando Jesús nos dejo las Bienaventuranzas. Cuando Jesús nos ofreció el rezo del Padrenuestro . Cuando Jesús, realizó el milagro de los panes y los peces. Cuando Jesús lleno de calma y humildad esperaba tras la cruel flagelación, el momento de su sentencia de muerte , que ÉL ,ya era conocedor, no en balde, su destino estaba escrito desde el nacimiento, allá en Belén. Todos esos aspectos, podemos encontrar en la Semana Santa, para sentirnos participes de una fiesta que nadie, insisto en ello, nadie, ni siquiera disfrazada de buenas o malas intenciones, podrá vencer.
Esta es mi reflexión – en forma de artículo- a una interrogantes , que como destacaba al principio de estas líneas, es muy complicado dar una respuesta exacta y que sea a su vez perfectamente valida, para los que sentimos una huella profunda por el amor a Jesucristo, y por la devoción mariana que aprendimos desde que éramos niños.